No se han dado cuenta, que pronto han de caer, bajo una atmosfera romántica, un desastre puedo ver.

Kashmir había decidido salir de la corte esa mañana solo para acampar en las afueras, en la parte más solitaria de la playa, lleva su bolsito al hombro y una canasta con emparedados hechos por su madre.

La Corte estaba llena de gente esos ultimos días, y a ella el bullicio la ponía nerviosa. Camina por la arena, dando saltitos pequeños, con sus zapatos en la mano.

La más pequeña de los Marsden había salido de la corte y se había escapado a la playa y ahora disfrutaba de un día soleado, caminando por la costa en biikini.

Tiende un mantel robado del padrino de su gemela en la arena, dejando sus cosas allí, mira el mar con una sonrisa.

Iba canturreando por lo bajo, muy divertida mientras sus pasos bailaban solos. Sonrie suavemente, como su madre.

Se sienta a la sombra, tranquila como su padre, se despereza, no acostumbraba sallir tan temprano a pasear.

Un aroma familiar le llega, se rie al aire y suelta un chillido.

- Kashiiiiiiiiiiito!- Corre hasta poder tumbarse sobre su melliza.

Su hermana la tumba sobre el mantel, sorprendiendola, la toma por los brazos, rodando hasta quedar sobre ella.

- Kashiiiiiiitoo..- vuelve a chillar, tumbandose ahora sobre ella, riéndose divertida.

- No soy Kashito, Vaine.. - la contradice, sin hacer esfuerzo para sacarsela de encima, le sonrie.

- Que si, eres kashiiito, mi melliza favorita..- le sonrie y sus ojos brillan, por demás contentos.

- La unica que tienes.. - le saca la lengua, sentandose a su lado.

- No importa!- La abraza, sentandose luego a su lado, con esa sonrisa divertida.

- Que haces aquí? Te busque en la corte y no te encontré.. - le dice mientras se quita su solero azul, quedandose en bikini, del mismo color.

- Me escape..- admite, ella estaba castigada como la mayoría de las veces y había huído de su padre una vez más.

Rueda los ojos, debía de haberselo imaginado, se recuesta a un lado.

- Papá siempre me castiga, no es mi culpa que a veces no le haga caso..- se defiende, sonriendole torcido.

- Papá dice que te pareces a Saph cuando tenía nuestra edad.. - le dice, sonrriendo relajada.

- Porque tu eres como Seth, y le sigues la corriente..- se defiende, su hermana mayor era un tifón todavía hoy pero su padre babeaba por ella.

- Eso no tiene nada que ver, hablabamos de ti.. - le contesta, revolviendo su cesta.

- No, no lo haciamos..- le asegura, mirandola con esa sonrisa traviesa.

- Te odio Yvaine.. - le dice seria, cruzandose de brazos.

La mira ya hace un puchero, se pone de pie y luego de alzarle el dedo medio comienza a correr a donde el mar dejando que su pareo se desprenda de su cintura.

La sigue con la mirada, recostada allí, toma uno de los emparedados de su madre.

El mar limpia las tontas lágrimas que su hermana había conseguido sacarle, Yvaine era aún más sensible que su amdre y el resto de ellas.

Conociendo a su hermana eso no era más que un berrinche, que le valía. Come de su emparedado.