Yo solo pasaba.. vi luz y entré.

Esa era siempre la excusa. Lo cierto es que desde que había dejado al Genio por imbécil solo se había dedicado a hacer que Kylie habláse, luego de eso solo se la devolvió a Sherezad y ahora allí estaba él, mirando como un montón de putas bailaban como si pudieran llegar a calentarlo de la misma manera que el genio. D se mantenía allí, mirando con ojos vacios el show.

Está sentado en su banco junto a la barra, hablando con una mujer que no recuerda su nombre, asiente con cansancio, sin enterarse de lo que ella habla, mira hacia un lado y al otro, distraido.

Suspira, sabiendolo allí con él. Eso que ambos se hacían era una tortura, apoya la frente en la mesa de manera cansada. Manteniendo a todos lejos.

Al menos ahora no estaba solo, Thomas estaba bailando con una puta en la pista, voltea a ver a su hermano menor y niega, era un caso, Theo había preferido quedarse, y el lo agradecía, no estaba para niñero esa noche.

Se alegraba que un poco de su sangre hubiera podido salvar al hermano de su genio, sino su incursión donde la casa hubiera sido en vano. Lo mira bailar en silencio, queriendo llevar su atención a donde el genio no estuviera.

Thomas se acerca a él y le presenta a una mujer, alta y rubia. Mitzrael la mira alzando una ceja - Lo siento, me gustan con piernas belludas.. - le dice para que no joda, llendo hacia la puerta del baño de hombres.

Aburrido, eh?

No se mueve de su sitio, pero le hace saber que está allí solo porque es un condenado jodido y porque no tolera que ninguna otra persona se le acerque con segundas intenciones, jodidamente celoso y posesivo con su genio.

Esta a punto de abrir la puerta cuando lo escucha, se voltea para buscarlo entre la gente. "Disimulado"

No me encontrarás buscandome entre la multitud, mi genio.

Está de pie parado trás él, vaya a saber Dios cuando mierda es que él hizo ¡puff! y aparecio silenciosamente allí.

Mira hacía al frente, pero sin ver a la multitud ya. No voltea.

Pone lo ojos en blanco, sino fuera por el maldito disfraz con el que lo conoció, Mitzrael no podría ser llamado genio, a veces parecía no tener nada más que cabello en su cabeza. Suspira y camina tras él, silencioso.

- Que haces aqui, D? - pregunta, volteando a verlo, demasiado ensimismado.

- Vine a buscar putas..- lo mira significativamente, ambos sabían exáctamente que es lo que el otro hacía allí.

Asiente, sin creerle nada, mira a Thom subir las escaleras con la rubia y otra morena, suspira pesadamente.

- Si eres buen hermano, dile que esas lindas chicas se llaman Carl y Hugh..- susurra, mirandolo siempre a él, porque no podía ser de otro manera.

- Mi hermano ya es mayor.. - le contesta, distante, volviendo a mirarlo de arriba a abajo.

- No, fuiste el último..- contesta, sabiendo de esa pregunta que repiquetea en la mente del genio no tan genio- De acuerdo, pero si él se queja por su trasero, no será mi culpa..- se encoge de hombros.

- Me alegra saberlo Conde.. - contesta, caminando hacia la barra nuevamente.

Detestaba que Mitzrael jugara de esa manera a la magdalena, pero no podía hacer más. Se sienta solo, y de la misma nada dos morenas van donde él a hablarle. No les pone atención, ya que consiguió contactarse con Omega y sus pensamientos van donde él.

Apoya su frente sobre la barra, aquello ya no era nada divertido, lo mira de reojo.

Asiente, hablando con su amigo. Sherezad no era su amigo, estaba cagado de la cabeza, más que él incluso. Suspira, sin prestarle atención a las dos mujeres.

Se levanta con desición, camina hacia dode el Conde está y toma las manos de las dos mujeres, les habla al oido, convenciendolas que Brad Pitt estaba repartiendo besos en la planta alta.

Se sienta a su lado una vez solos.

Alza ambas cejas con los ojos cerrados. No necesitaba mirar para saber lo que estaba sucediendo allí.

- Brad Pitt?- Niega levemente, quedandose en su sitio.

Sonrie suavemente - La verdad es que ellas no son tu tipo.. - le contesta, haciendose sitio en el sillón, mirando a las prostitutas correr por las escaleras, peleandose por quien llegara antes.

- Parece que al fín aprendiste un poco de mí, genio..- susurra clavando sus hondos y enigmaticos ojos pardos en él, atravesándolo casi.