Corre, humano inutil. ¿Acaso tiemblas de miedo? ha!

Esta demas decir que la heladeria esta solay es el unico alli.
Su helado tiene mas de 10 copos todos de colores fuertes. Lo mira con la cuchara en mano, como si solo lo hubiera comprado para observarlo.
Entierra la cuchara despues de un par de largos minutos, cayendosele este.- Oh.....-murmura y acto seguido se hecha la cereza del suelo a la boca.
Levanta la mano y le pide al sujeto un helado de 15 copos esta vez, extremista.

- Me lo prometiste Steveeeeeeeeeeeeen..- llevaba largas y oscuras cuadras insistiendole a su hermano mayor que le comprara un helado, ella no tenía nada de dinero encima y estaba jodidamente antojada de uno- por fii..- es tan cargosa.

- No grites en la calle, Moll.. - le pide sereno, él se lo había prometido, si, pero una vez, y la había reconpensado más de una, pero ella siempre tenia esa escusa, rueda los ojos, mirando las vidrieras de una tienda de armas.

Sigue con la mirada al chico con su helado. Practicamente hacia malabares para llevarle el postre a la mesa.
Cuando por fin se lo deja ahi toma su cuchara y la entierra, esta vez el helado no se cae.Agarra una cantidad mas o menos grande y se la hecha a la boca.

Hace un puchero, ella era el completo opuesto a su hermano.

- Yo no grito!- chilló ella, puchereando mientras iba de la mano de su hermano, balanceándola de aqui allá- Por fi, Steve..-

Suspira mirandola con una sonrisa - Me prometes que luego no chillaras más? - pregunta, aun sabiendo de que eso era imposible.

Se le cae el helado al suelo otra vez cuando escucha la voz chillona de una mujer. Desvia su mirada cafe claro a ella y luego al suelo. Estaban evitando su como diabetico. Frunce leve el ceño

Y una vez más, ella chilló de contenta abrazandose al cuello de su hermano cuando este cedio a comprarle un helado. Molly hizo caso omiso de la mirada que el muchacho maquillado le dedicó.

- Helaaaaaaaaaaaaado..- canturreó la castaña de ojos cielo, por demás satisfecha.

- Vamos, ve a buscar una mesa.. - le dice, bajandola de sus brazos, camina hacia el mostrador para pedir los helados.

Aprieta los ojos como si escuchara un irritate sonido. Lo identifica casi tan parecido a pasar las uñas por un pizarron.
Mira su helado e el suelo, con pena. No tiene mas dinero

Está feliz, feliz de la vida solo porque va a comer helado. Va dando saltitos de aqui allá, buscando una mesa. Y va así hasta que pisa algo un tanto resbaloso y ¡paff! Se resbala hasta terminar prácticamente sobre un moreno.

- Aiii dolioo..- se queja, poco preocupada por la otra persona, sobandose la cabeza, estando sentada en el piso, habiendo tumbado la silla del hombre.

Se pone a hablar con la mujer que lo atiende amablemente, símpatico, toma sus helados, pagandole. VOltea para regresar con Molly, frunciendo el ceño cuando la ve en el piso, toda manchada y encima de otro hombre.

apunta a sus senos con la vista fija ahi sin sonrojarse ni con ninguna expresion en su rostro- mi ......helado .- frunce el ceño pasando su dedo por ahi y luego hechandose el helado a al boca.
Se la saca de encima, distraido

Lejos de intimidarse la pequeña se pone de pie y accidentalmente pisa donde la entrepierna del muchacho, sin siquiera dedicarle una mirada.

- Siento lo de tu helado..- levanta su dedo medio mientras camina a donde su hermano mayor, haciendo un puchero, ahora estaba toda pegajosa.

Ni siquiera sabia que sus ojos pudieran abrirse tanto que practicamente pensaran en salirse.
Se tapa la entrepierna moviendose por el suelo en posicion fetal, sin chillar.
Sus modales eran nulos, asi lo habia educado su lider.

Esta violeta de cólera. Habían muy pocas cosas que a Steve lo enojaran lo sufifiente, y ese niño había hecho la primera de su lista, tocar a su hermana, deja los helados en las manos de Molly, caminando a paso rápido hacia el niñato, lo levanta de la camisa, apretando la mandibula - No la toques.. - gruñe, aferrandolo contra la pared.

Lejos de preocuparse por el muchacho camina con ambos helados donde su hermano mayor lo mantenía apresado.

- Steve, basta..- le pide, mirandolo mientras su lengua se paseaba despreocupada por donde sus dedos, habiendo dejado los helados en una mesa.

- No la vuelvas a tocar.. - le dice al muchacho, dejandolo caer al piso, asintiendo a su hermana, pollerudo.

Dibuja una "o" pequeña con la boca, mirandolo a los ojos - de acuerdo ....-murmura desviando su mriada al helado de ellos, practicamente se lo come con la mirada

Sonrie niña, dejando un beso tronado en la mejilla de su hermano mayor, sin tocarlo para que no se manchara.

- Te quiero..- le susurra, amorosa como cada muerte de obispo. Mira la expresión del muchacho y suspira, va donde su helado y le da uno a su hermano y el otro se lo tiende al castaño- Yo tengo bastante aqui..- se lame la palma de la mano, despreocupada.

Toma su helado y se sienta, fastidiado con ese muchacho, lame su helado de granizado, distraído.

Ni la piensa ni se niega. Simplemente toma el helado y lo devora en casi un minuto.
Si no fuera porque nod ebia acercarse a la chica, la abrazaria y tal ves algo mas. Su "padre" siempre le enseñaba que "algo mas" siempre estaba bien.

- Me pego a mi asiento..- se queja, quitandose su ligero abrigo, mirandose el traseo y la silla. Sin darse cuenta los tres estaban sentados muy cerca el uno del otro, como si se conocieran de siempre. Al menos ella y su h ermano si, pero el otro muchacho ni idea. Ni lo mira, continuando con saborearse.

Mira hacia afuera, pareciera que allí nadie estuviera al tanto de nada con respecto a los Azdes, aprieta su bolsillo cuando Saylar se mueve.

No puede evitar mirarle el trasero, en al guardia no veia eso todos los dias por que cuando D estaba con alguien preferia hacerse el de odios sordos.
Le tiende unas servilletas, niño.
A nadie jamas se le pensaria porla mente que él es un estratega y general oeste de una guardia.